Resulta, que cuando casi no hay pendientillos en la oficina, agarro unos pedacillos de catulina, (arruinados con manchas de café, que derramé un día sobre mi escritorio) y dibujo cosas con una lapicera de punto fino, que Moni olvidó en un café un día y nunca se la devolví por que me gusta demasiado.
Siempre dibujo a White Ninja en mi dedo índice. Por que se parece.
Sí. Me gusta el hip hop, el rap, y otras cosas que te sorprendería escuchar.
El rap me hace más digerible el tráfico.
Y como toda comunicadora gráfica, adictísima al café.
Al azucar también, a veces al tabaco, al trabajo.
Entre otras chivas que me terminarán matando tarde o temprano.
Esté último, es mi porta-taza de café oficial de oficina.
Los días estan bien raros. Entre el Festival Internacional de Cine, la Fiesta de la Música y los preparativos para el Festival de Clown en Lagos de Moreno y mi tos de perro que no se va, me está gustando eso de vivir en Guadalajara. Bueno nose... Por lo pronto, planeo mi viaje de vacaciones, este año, me voy a desaparecer mucho mucho... mucho. Sigo buscando un reto profesional, y ayer con el docu de La Colifata, entendí porqué la gente me gusta bien loca... me dejo un suspiro bien grande.